En su inocente sabiduría (o en su sabia inocencia), y por motivos de mi trabajo, mi abuela quiso un día ayudarme a elaborar algunas frases que pudieran resultar inspiradoras para la gente. Pasó largo rato pensándolas y escribiéndolas laboriosamente en un papel -pues es una mujer, como muchas de su edad, que solo cuenta con la educación formal muy precaria que recibió en la posguerra-, y en mi siguiente visita a su casa, me las mostró con humilde orgullo (o con orgullosa humildad). He aquí la que más me conmovió, escrita de su puño y letra (nótesa la amorosa tipografía y la entrañable ortografía) y que ahora luce bien visible en una pared de mi casa:
"La Felicidad no se compra; se consigue con amor"
Si alguna vez tuviera que hacerte un homenaje, no sabría estar a tu altura. Gracias, Abuela.
1 comentario:
La abuela es la mejor :')
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