sábado, 1 de enero de 2011

2000 - 2011 y Más Allá: la aceleración de los tiempos

Probablemente, el lector o lectora de estas líneas compartirá conmigo la sensación de que el tiempo histórico en el que vivimos, desde hace algunos años, aparentemente ha experimentado una inusual aceleración.

Pongamos como punto de partida los acontecimientos del 11-S en 2001, y avancemos mentalmente el calendario hasta hoy, con la actual "crisis económica" (preludio, según algunos analistas, de la verdadera crisis económica que estaría aún por llegar). Todos recordamos las guerras de Iraq y Afganistán, el tsunami del sureste asiático de 2004, el huracán Katrina, los terremotos de Chile y Haití, las tensiones con Irán y Corea del Norte, la catástrofe petrolera en el Golfo de México, las inmensas inundaciones en Pakistán, los incendios en Rusia, el caos aéreo sin precedentes producido en Europa por la erupción del volcán de Islandia, la elección de un nuevo Papa, la llegada del primer presidente negro al poder en los Estados Unidos, el auge de China como una nueva potencia mundial... cada uno de nosotros podría mencionar decenas y decenas de eventos recientes que están convulsionando nuestro mundo y que aparentemente, al paso de los años, han ido en aumento.

A otro nivel más "silencioso", pero seguramente mucho más significativo, podemos ver la transformación que nosotros mismos estamos experimentando a nivel colectivo, como conciencia humana. El acceso ilimitado a la información y desinformación sobre cualquier campo de conocimiento, la multiplicación infinita de las redes de comunicación a través de internet, el intercambio a todos los niveles entre diferentes personas, razas, religiones, sociedades y culturas, nos ha dado la oportunidad de observar y comprender "el mundo" con una profundidad y amplitud como nunca antes en la historia conocida. ¿Quién habría imaginado, por ejemplo, hace solo 10 años, la existencia de Wikipedia, YouTube o Facebook, con todas sus consecuencias e impactos sobre nuestras mentes? ¿En qué otro momento histórico ha existido un acceso tan abierto al conocimiento, y un intercambio tan libre entre las diferentes creencias y formas de ver el mundo? Nunca antes -sigamos con los ejemplos- un cristiano, un musulmán, un budista o un hindú, habrían podido conocer otras doctrinas, otras sensibilidades religiosas, otros puntos de vista sobre la existencia, con la facilidad con que es posible hoy, posibilitando así una apertura de conciencia sin precedentes, favoreciendo la tolerancia universal y permitiendo una aproximación más amplia y completa a aquello que todos, en última instancia, desde siempre, venimos buscando.

Al vivir en esta época tan acelerada y compleja, en la que todo o casi todo está al descubierto ante nuestros ojos (si sabemos y queremos verlo), y está a su vez interconectado, se nos ha dado una oportunidad única que muchas otras generaciones antes que nosotros no tuvieron. El riesgo de pegarnos un "batacazo cósmico" es alto, pero también lo es la posibilidad de detener nuestra marcha, asimilar con cuidado todo lo que estamos viendo y viviendo, y embarcarnos en una búsqueda de la Verdad que nos revele qué es lo que está pasando aquí, qué es lo que somos realmente como humanos y cuál es nuestro propósito en la Tierra; el propósito de todas estas cosas que suceden, en el mundo y en cada una de nuestras vidas.

Es hermoso y esperanzador observar a la gente... hablo de "nosotros", las personas de cualquier país, creencia, raza o cultura. Somos seres maravillosos, grandiosos en nuestra fragilidad y pequeñez. Estamos gritando por alcanzar la Libertad (con mayúscula) y siento que ésta se encuentra más a nuestro alcance que nunca.

Abramos nuestras mentes y corazones, seamos tolerantes y amorosos con todo y con todos los que nos rodean. Todos estamos haciendo el mismo viaje, y si lo hacemos bien, muy pronto llegaremos a Casa.