sábado, 10 de agosto de 2013

El tabaco y el juego: dos instrumentos estatales de control mental

Es evidente el cinismo con el que se comporta el Estado en lo que respecta al tabaco. Por un lado, prohibe su consumo en lugares públicos y estigmatiza al producto y a sus consumidores, adoptando medidas como la inclusión, por ley, de fotografías y mensajes macabros en las cajetillas de cigarros. Pero con la otra mano, el Gobierno permite su venta, pues la comercialización del tabaco, al ser una droga legal y ampliamente extendida, le resulta enormemente lucrativa (en España, el 80% del precio de una cajetilla de tabaco son impuestos; en el año 2011, el estado español recaudó casi 10.000 millones de euros en concepto de impuestos por la venta de tabaco, una cifra equivalente presupuesto conjunto de los ministerios de Fomento, Industria y Sanidad para ese mismo año). Si la auténtica preocupación del Estado en esta materia fuese proteger la salud pública, hace décadas que la producción, venta y consumo de tabaco estarían prohibidos, pues está probado que las sustancias que contiene son nocivas para el organismo humano. ¿A qué obedece, entonces, este contradictorio comportamiento?
 
Pero examinemos otro caso todavía más sangrante: los juegos de azar. Las máquinas tragaperras entonan sus cantos de sirena en cada bar, arrastrando a cientos de infortunados a la ludopatía sin que nadie mueva un dedo por evitarlo. Los anuncios de apuestas online campan a sus anchas en televisión, patrocinados incluso por personajes famosos a los que el público toma como modelo a seguir. Los bingos y casinos tienen vía libre para enriquecerse, pues desde las administraciones públicas se les conceden privilegios y se les suavizan las leyes para que puedan ejercer impunemente su actividad (véase el grave caso de Eurovegas). Aún más, el Estado participa como protagonista en este negocio, mediante la organización de las Loterías y Apuestas del Estado, una maquinaria oficial dedicada a promover los juegos de azar, popularizarlos y lucrarse con ellos. Sin embargo, en los mismos establecimientos de loterías o al dorso de cualquier boleto comprado, podemos leer hipócritas advertencias sobre "juego responsable", y la propia LAE "facilita" (*) a través de su página web tests de autoevaluación para que el usuario detecte si tiene síntomas de ludópata, así como una serie de características que, según ellos, diferencian un "juego saludable" de un "juego patológico".
 
"... con la cual nosotros nos lucraremos",
le faltó añadir a la autoridad competente
 
 
¿Demencial hipocresía... o algo más? Lamentablemente, en lo que concierne a "estas criaturitas que nos gobiernan" siempre encontramos basura debajo de la alfombra. Tanto en el caso del juego como en el del tabaco nos encontramos ante una estratagema pura y dura de control y debilitamiento mental de la población, a través de la culpa. Como hemos visto, el daño provocado por este tipo de actividades lo consienten, lo estimulan y lo aprovechan ellos, pero la carga de la culpabilidad siempre recae en nosotros. Nos convierten en adictos (a estos y a millares de otros opios) para despojarnos de nuestra energía, ya sea mediante la práctica del vicio en sí mismo, mediante la culpabilización y el miedo que nos infunden para castigarnos por su consumo, o mediante el estrés que padeceremos al esforzarnos por salir de él.
 
Chuparnos la energía para mantenernos débiles, irritados y sometidos es uno de los principales objetivos del poder establecido. Por hoy no pondremos más ejemplos, ni daremos sugerencias, más allá de la enésima invitación al lector o lectora de estas líneas para que salga de una vez de la rueda de molino con la que convierten nuestros cerebros en harina.
 
 
 
* Lo de "facilitar", por supuesto, es un decir. Solo buscando un apartado minúsculo y recóndito en la última parte de su web, puede uno acceder a otro enlace externo, y de allí a otro, y después a otro más, y a otro, y a otro... hasta desembocar al fin en el apartado donde se enuncian las supuestas diferencias entre "juego patológico" y "juego saludable" y se puede descargar el test de autoevaluación.