martes, 12 de febrero de 2013

Las profecías sobre la renuncia del Papa

El hecho de que Benedicto XVI haya anunciado que renuncia a su cargo -algo casi sin precedentes en toda la historia de la Iglesia- es una noticia extraordinaria que adquiere muy especial significación en los "tiempos límite" que estamos viviendo.

Como ya sugerí en la entrada titulada "2000 - 2011 y Más Allá: la aceleración de los tiempos", estamos presenciando y protagonizando un momento único en la Historia. Probablemente nos encontramos en el breve periodo de tiempo exacto (una horquilla de 5 ó 10 años quizás, con el epicentro situado en el presente) en el cual todas las posibilidades se abren delante de nosotros: o colapsamos definitivamente, de modo que nuestras sociedades se desintegrarán por el fracaso de un sistema que se ha demostrado cruel, neurótico y obsoleto, o bien encontramos empuje, motivación y creatividad suficientes como para idear nuevas formas de entender y de hacer las cosas. La esperanza de un mundo diferente y mejor todavía no ha muerto, pero el reloj marca impaciente los segundos y el resultado del combate entre estos dos escenarios opuestos se decidirá muy pronto.

Es en este contexto explosivo en el que hemos de mirar con lupa cualquier acontecimiento significativo que tenga lugar en el mundo. Y así, la renuncia del Papa es algo que ha de ser analizado con mucha atención. Desde este blog no se pretende dar soluciones a acertijos, grandes análisis rimbombantes pero vacíos de contenido ni respuestas dogmáticas a ningún asunto. Para eso ya están los medios de opinión y de desinformación. Lo que sí se intenta es invitar a una exploración mucho más profunda de las cosas, tanto dentro como fuera de uno mismo. El lector de estas líneas tiene sus propios recursos, y solo a él le corresponden los méritos y los avances en la búsqueda de la Verdad.

Pero dejémonos de cripticismos y vayamos al grano. Muchos conocerán las profecías de San Malaquías, arzobispo católico del siglo XII. Baste recordar aquí que se trata de una colección de 112 lemas o frases que guardarían relación con los 112 papas correspondientes, contando desde Celestino II (1143-1144), que reinaba en la época de Malaquías, hasta un hipotético último Papa de la Iglesia, designado en estas profecías como "Pedro el Romano".

Pues bien, de acuerdo a esta lista profética, Benedicto XVI (a quien se le asigna el lema "De la gloria del olivo") sería precisamente el penúltimo Papa de la Iglesia de Roma, dejando su silla vacante hasta la llegada del último Papa, Pedro el romano, quien "en la persecución final de la Santa Iglesia Romana (...) alimentará a su rebaño en medio de muchas tribulaciones. Después de esto, la ciudad de las siete colinas será destruida y el temido juez juzgará a su pueblo". Llama mucho la atención la coincidencia de esta profecía con la situación actual de descrédito e impopularidad que vive la Iglesia, y con la renuncia por sorpresa del actual Papa, fruto de una crisis institucional profunda que ahora podría agravarse aún más. Estemos pues muy atentos a los acontecimientos de los próximos meses, y a los primeros movimientos de quien sea proclamado nuevo Papa.

La vacante que queda ahora en la silla papal en el momento de grave crisis que vive la Iglesia y todo el mundo occidental en su conjunto (crisis económica, social, política y moral, como poco), con los ecos de las profecías mayas de 2012 todavía latentes (recordemos que no vaticinaban un "fin del mundo", sino un cambio de época), es un signo que nos ha de poner en guardia sobre el trasfondo de lo que ahora está sucediendo.

Para completar este intrigante cuadro que estamos dibujando, recuperemos aquí y ahora otra profecía, esta vez una psicografía realizada por el profeta argentino Benjamín Solari Parravicini en 1972. En ella se puede leer lo siguiente: "¡Nueva Era llega! Mundo en disfraz, mascarada perenne. La Iglesia entregará su otorgamiento a la renunciación del papado, y el nuevo será joven de ideas".

¿Llegan nuevos vientos, más frescos? ¿O se avecinan aires todavía más enrarecidos? El próximo capítulo ya está siendo escrito.